CONSEJOS PARA EL MANTENIMIENTO DE CAJAS REFRIGERADAS

Las cajas refrigeradas para el transporte de carga dependen de dos variables muy simples para cumplir con su función exitosamente: Que el frío no salga y que el calor no entre. Esto parece muy sencillo, pero para que suceda se deben hacer las cosas bien desde el principio.

Una caja refrigerada de calidad y con un sistema de insulación efectivo, de entrada lleva mucha ventaja, ya que está fabricada con los materiales adecuados e incluye sistemas que evitan la transmisión de temperatura entre el exterior e interior.

Las carrocerías que están fabricadas en una sola pieza, sin remaches, están diseñadas para ofrecer la mayor eficiencia, higiene y resistencia al transportar productos refrigerados. La mejor alternativa es una carrocería con factor R de 5.0 por pulgada de espesor.

Mantenimiento

Los daños que sufren las carrocerías refrigeradas, ya sean en el interior o el exterior, deben ser arreglados de inmediato. Sobre todo si se trata de rasgaduras u hoyos, para evitar que la humedad entre en las paredes, el techo o el piso y dañar el aislamiento.

Una carrocería refrigerada confiable es indispensable para transportar productos perecederos y otros que requieren refrigeración. Para conservar este requisito y el rendimiento adecuado de sus equipos, es necesario que se inspeccione y se le de mantenimiento regularmente.

Se ha demostrado que las flotillas que cuentan con un programa de mantenimiento preventivo tienen un costo más bajo, ya que evitan que los daños causados por una insulación dañada se incrementen y además evitan posibles mermas en los productos.

La frecuencia con la que se debe dar un mantenimiento preventivo a una caja refrigerada depende de la calidad de los materiales con los que está fabricada. Sin embargo es recomendable que diariamente se inspeccione y se aplique lubricación.

La inspección de rutina a una caja refrigerada debe incluir frenos, luces, rines y neumáticos, componentes de suspensión, marco trasero, puertas, protector de impacto trasero, paredes exteriores, techo, revestimiento interior, paneles, piso y la rampa.

Humedad

Hay ciertos problemas que son característicos de las cajas refrigeradas. Uno es que a medida que estas carrocerías se hacen viejas, la insulación entre las paredes interna y externa puede degradarse, por lo cual es importante que estén fabricadas con paneles de una pieza sin remaches.

La humedad hace que los materiales aislantes se degraden rápidamente, dando como resultado una pérdida de aislamiento térmico. Por esto se recomienda que la caja sea fabricada con paneles de poliestireno extruido con factor R de 5.0 y un espesor entre 3 y 4 pulgadas.

Cuando los daños en el techo, el piso o las paredes interiores y exteriores derivados del uso son ignorados o no son reparados correctamente, provocan que la humedad se filtre al interior de las paredes de la caja afectando la insulación.

Cuando existe algún factor que permite que la temperatura interior se pierda, o cuando la insulación se ve afectada, la unidad de refrigeración tiene que trabajar más y por más tiempo, para compensar la pérdida de rendimiento en los paneles y el aislamiento.

Lo anterior provoca que se consuma más combustible para mantener la caja fría, aumentando los costos operativos y de mantenimiento de la unidad. Si no se soluciona a tiempo, el aislamiento se degradará tanto que será difícil lograr el nivel de enfriamiento requerido.

Eficiencia del aislamiento

Una forma de saber si la caja refrigerada está acumulando humedad es pesarla regularmente, ya que si gana peso podría ser por alguna fuga en el aislamiento o por condensación. Las áreas que permiten el acceso del agua necesitan ser localizadas y selladas correctamente.

Otra forma es llevar un registro de la temperatura que mantiene el equipo de refrigeración de la unidad, ya que el aumento de un grado podría indicar que existe algún problema, que podría atribuirse al aislamiento de la carrocería o a la propia unidad de refrigeración.

Una fuga de aire excesiva generalmente provoca que la unidad de refrigeración trabaje durante largos períodos de tiempo, lo que puede aumentar aún más los costos. Por esto las averías en las paredes, el desgaste de los sellos de las puertas u otros problemas deben ser atendidos.

Sellado

Es muy recomendable cambiar el sellado de todas las uniones al menos una vez al año, usando selladores base poliuretano que tengan resistencia a las temperaturas bajas y altas, y además que cuente con protección UV para prevenir el deterioro por los rayos solares.

No se recomienda utilizar selladores o adhesivos base silicón. Un buen sellado ayuda a proteger mejor la caja refrigerada y evita fugas, ampliando su durabilidad, ya que además evita la entrada de humedad, que puede afectar la función de sus componentes internos.

Puertas

El sellado de las puertas debe ser eficiente para eliminar la posibilidad de que la humedad tenga acceso, y se garantice la temperatura requerida en el interior. Los puntos que se deben supervisar frecuentemente son los siguientes:

• Las puertas traseras por daños o deformación a paneles, marco o bisagras.
• Los sellos de compresión para ver si necesitan ser reparados o reemplazados, para asegurar un cierre hermético.
• Los sellos alrededor de las puertas de ventilación, realizando el correspondiente mantenimiento según sea necesario.
• Los paneles interiores o puertas, revisando posibles daños o piezas sueltas o faltantes y reparar según sea necesario.

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